El Coordinador Parental es una figura profesional cada vez más utilizada en procesos de divorcio altamente conflictivos. Su función principal es proteger el bienestar de los hijos y facilitar la comunicación entre los progenitores cuando el diálogo ya no es posible. En esta guía te explicamos en detalle qué es, cuándo interviene, cuáles son sus funciones y cómo puede ayudarte.
El Coordinador Parental es un profesional neutral que interviene en conflictos graves entre progenitores separados o divorciados, con el objetivo de ayudar a implementar las decisiones judiciales y proteger a los hijos menores. Aunque en España aún no existe una regulación estatal específica, varias comunidades autónomas y juzgados han empezado a reconocer formalmente esta figura.
Su labor se sitúa entre la mediación y la ejecución judicial, y se caracteriza por un enfoque educativo, psicojurídico y coordinador.
El concepto nace en Estados Unidos en los años 90 como una respuesta judicial a los efectos negativos de los divorcios de alta conflictividad en los hijos. En España, ha sido impulsado especialmente por profesionales de la psicología y del derecho, así como por fundaciones especializadas en protección infantil, como alternativa práctica en contextos donde la mediación ha fracasado.
Cuando un divorcio se convierte en una batalla legal constante, con una comunicación totalmente rota entre los progenitores, el Coordinador Parental puede intervenir para garantizar que las decisiones tomadas en beneficio de los menores se cumplan.
Es habitual su designación cuando uno o ambos progenitores incumplen reiteradamente los regímenes de custodia o visitas, generando tensiones que afectan directamente al bienestar de los hijos.
También es frecuente en casos donde se producen denuncias cruzadas, manipulación emocional de los hijos, dificultades para tomar decisiones compartidas o situaciones que rozan la alienación parental.
Actúa como intermediario directo entre los progenitores para facilitar la toma de decisiones cotidianas que afectan a los hijos: actividades escolares, médicas, vacaciones, etc.
Controla que ambos progenitores respeten los acuerdos judiciales o extrajudiciales establecidos. Si detecta incumplimientos, los documenta y reporta.
El Coordinador Parental puede emitir informes sobre la evolución de la relación parental y el grado de cumplimiento, que pueden ser valorados por el juez en futuras decisiones.
| Rol | Finalidad principal | Intervención continua | Evalúa | Media | Informa al juez |
| Coordinador Parental | Aplicación práctica de acuerdos parentales | Sí | No | Parcial | Sí |
| Mediador Familiar | Facilitar acuerdos entre partes | No | No | Sí | No |
| Psicólogo Forense | Evaluación psicológica para juicio | No | Sí | No | Sí |
Es el juez quien puede designarlo directamente en casos de conflicto grave, normalmente a petición de una de las partes o del Ministerio Fiscal.
Suelen ser psicólogos, trabajadores sociales o abogados con formación específica en derecho de familia y resolución de conflictos. Es fundamental su neutralidad y experiencia con menores.
Sí. Las partes también pueden solicitar su intervención de común acuerdo, lo que puede evitar procedimientos judiciales más largos y costosos.
Las tarifas varían según el profesional, la comunidad autónoma y la duración del conflicto. De media, una sesión puede oscilar entre 60 y 100 euros por hora, aunque algunos casos complejos requieren un seguimiento mensual.
En algunos territorios, sí. Existen fundaciones y servicios sociales que lo ofrecen sin coste para familias con escasos recursos. No obstante, en general es una figura privada que debe ser costeada por los progenitores.
Si la designación ha sido realizada por un juez, su intervención es obligatoria. Negarse a colaborar puede interpretarse como desobediencia judicial o falta de cooperación parental, con consecuencias legales.
Se puede impugnar la designación mediante los cauces judiciales establecidos. No obstante, lo ideal es justificar objetivamente la oposición (falta de imparcialidad, conflicto de intereses, etc.).